26 feb 2010

PDI - Pizarra Digital Interactiva

En la sesión 2 nos dimos cuenta que no teníamos instalado el software de la pizarra digital interactiva SmartBoard; dedicamos un tiempo a instalarlo.
También comprobamos, en la puesta en común, que tenemos una necesidad:
la de dominar el uso de la PDI (pizarra digital interactiva), pues la única experiencia que tenemos es la sesión 0 y no fue muy fructífera según apuntasteis. Algunos/as expresabais el miedo al ridículo delante del alumnado al desconocer su uso y no poder rentabilizar sus posibilidades.
Mi compromiso es impartir el módulo II que trata sobre la mochila digital; pero, también creo necesario conocer las herramientas con las que vamos a trabajar en clase.
Por ello, dentro de la sesión 4, dedicaremos dos horas al descubrimiento de la PDI, posibilidades del Notebook para nuestra clase o/y ligado al uso de internet, guardar en distintos formatos nuestros cuadernos, enviarlos al alumnado, ...
Una vez que hemos instalado el software, debemos aprender a sacarle provecho. Puede que no dominemos la elaboración de una webquest, una caza del tesoro o trabajar con proyectos; pero, debemos garantizar que el trabajo que hacemos pueda seguir adelante con los nuevos medios TIC de nuestras aulas y del alumnado.

3 comentarios:

  1. Me parece muy bien que dediquemos un tiempo durante el curso al manejo de la PDI.
    En centros como el mío en el que hay varios niveles por aula, la PDI puede ser una herramienta a la que sacarle un buen provecho, o al menos eso espero.

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  2. Es necesario dominar el uso de la PDI y parece ser que no la conocemos, así que me parece muy acertado dedicar algunas horas para el conocimiento de esta herramienta.

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  3. José Hernández Huertas2/3/10, 17:10

    Es conveniente, necesario, y;por supuesto, obligatorio, adquirir conocimientos sobre el uso de la PDI. No vayamos a decir lo dijo el otro referido al cuarto de baño nuevo:"Gracias a Dios, no nos ha hecho falta".
    Se invierte mucho dinero en estos recursos para dejarlos muertos de risa y amontonados en un rincón, o estorbando en medio de la clase.

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